EL ENEMIGO INTERIOR

EL ENEMIGO INTERIOR

Textos de los participantes del club de lectura

Chandler&Thompson

miércoles, 18 de diciembre de 2013

HERMENÉUTICA DEL NO, por Carlos Segovia


HERMENÉUTICA DEL NO





‹‹Tenía que esperar un poco.

Además, aún no había ideado un medio seguro de matarla.››

El asesino dentro de mí.

Jim Thompson.





Ni móvil, ni mail, ni redes sociales. Se ha borrado. El mensaje es directo, es claro. Y lo entiendo a la primera. Saldré a la calle; saldré a por ella. Veo ya una luna entre sus ojos, un hueco al que llamaremos nada abatiendo su mirada. Releo, antes de la caza, esa frase del único libro que me acompaña y me previene desde siempre. Esa frase que anoto en todas partes al igual que la acabo de copiar arriba, bajo el título de esta confesión que encubre mis motivos y la oscuridad de mi alma; encorvada, negra, mala. Y sé que ahora es el momento, ahora que se ha borrado del mundo, ahora que nadie la echará de menos; ahora que sin móvil, sin mail, sin redes, no quedará de ella más que un grito ahogado por el filo de mi arma. Y tras el silencio la noche en vela, su voz callada repitiéndome mil veces ese no en mi cabeza, que estalla. Su silencio y mi cabeza, su silencio en mi cabeza. Su silencio, mi cabeza.

   

Carlos Segovia


¿QUIÉN QUIERO SER?, por Ángel Lara Navarro


"Quizá deje de beber uno de estos días"



Frase de Terry Lennox en El largo adiós, de Raymond Chandler


¿QUIÉN QUIERO SER?



El mensaje se relame en la esquina inferior derecha de la pantalla. Me espera paciente, seguro de sí. Dudo. Abrirlo significa ser ya, para siempre, el malnacido sin escrúpulos que he paseado por la impunidad de la red las últimas doce semanas. Delitos menores, o casi. Mis cómplices ríen, ingenuos. Mis víctimas. Creen que estamos jugando. Pero no es un juego, nunca lo fue. Si lo abro, no habrá vuelta atrás: alguien morirá, y alguien irá a la cárcel. Fuera, la negra y fría noche. Gélida, como la copa que aguarda expectante en la mesilla. Quizá deje de beber uno de estos días. Quizá no. ¿Quién soy? ¿Quién quiero ser? Debo tomar una decisión. Amanecerá y todo se irá. Volveré a ser el cobarde personaje que he representado durante casi cuarenta años. Pero, ¿es un personaje? ¿Es un cobarde? ¿Quién soy? ¿Quién lo decide?

Decido yo. Soy quien yo quiera ser. Ahora, esta noche. Miro a la ventana, no queda tiempo. Cierro los ojos. Abro el mensaje.



Ángel Lara Navarro

viernes, 13 de diciembre de 2013

PANÓPTICO, por Rosario Curiel






 “En la cárcel el ser humano carece de personalidad”.


Frase de Philip Marlowe en El largo adiós, de Raymond Chandler


                                         PANÓPTICO



En la cárcel el ser humano carece de personalidad. Él me vigila. Hace poco me escribió de nuevo. Dice que me pase por el muro. Facebook es ya una selva inhóspita en la que la gente se lanza pedazos de sí mismo, en la que todo el mundo observa a todo el mundo, como en una cárcel transparente. Él lo ve todo. No, no puedo hablar. Me dijo que me arrancaría la lengua. Que me arrancaría. La. Lengua. ¿No puede vernos él? Sí, yo empecé a darle al “me gusta” en sus estados. Empezaron los mensajes. Hablábamos. Era amable. Luego me perseguía por los muros de los amigos y me enviaba un privado cada vez que me veía comentando lo que escribían otras personas. Llegué a hacerme otra cuenta, con otro nombre. Un día apareció en mi cuenta falsa. Dijo mi nombre verdadero. Hola, dijo, y MI nombre. Supo mi teléfono. Hoy en día los cuelgan por todas partes. Me vigilaba. Puso un control remoto en mi ordenador. No sé cómo. Sabía cosas que yo les decía a otros. Yo no soy una cualquiera, no. Soy una mujer encerrada entre cuatro paredes. Trabajo desde casa, vivo desde casa. Teletrabajo. Televida. Sí, ya ve. Como en una cárcel. Así es. Pero oiga, no le diga que estoy aquí. Me volverá a hacer daño. No soportaría verlo aquí después de… ¿Ve mis cicatrices? ¿Estos cortes en mi cara? ¿El dedo índice de la mano derecha que nunca volverá a hacer clic en “me gusta”? 

Rosario Curiel

jueves, 12 de diciembre de 2013

452 DÍAS Y MEDIO DE CHAT, por MD Rubio de Medina



        "No se ha inventado todavía la manera de decirles adiós definitivamente"

Frase de Philip Marlowe en El largo adiós, de Raymond Chandler
                  
                            452 DIAS Y MEDIO DE CHAT
 
Pasé la hoja del periódico y se me agrandaron los ojos con el recuadro. Leí cuidadosamente la necrológica de Pablo Montes Sandoval. Había tenido mujer y tres hijos. Un pitido del ordenador me avisó de un mensaje privado por el FB. Arrastrando los pies me acerqué al escritorio. Era mi novio virtual, quería chatear a las 19,00. Un escalofrío me recorrió la espalda y dejé caer "El Mundo", a esa hora le decían una misa por el quinto aniversario de su fallecimiento. ¿A quién le había mandado el vídeo de los conejos? ¿A quién, las llaves de mi casa? ¿A quién, la fotografía desnuda? Arrastré el sofá, lo crucé contra la puerta de entrada y tiré del cable, apagando el ordenador. Respiré agitada, luchando contra el pánico. Sonó el móvil y en la pantalla lo vi: era el tipo de los ojos azules. ¡Dios, no se ha inventado todavía la manera de decirle adiós definitivamente! ¡Era el muerto! ¡El de la mujer y los tres hijos!

MD Rubio de Medina (Hinojosa del Duque, 1964)

Doctora en Derecho y Licenciada en Antropología Social y Cultural. Funcionaria y escritora de temas jurídico laborales.
 
 
 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

ISABELITA, por Noemí Trujillo



ISABELITA
                                      
                                  “En este momento imagino que sólo estoy un poco…, vacío”
                                 Frase de Terry Lennox en El largo adiós, de Raymond Chandler


Fernando no recordaba muy bien cómo había empezado el problema. Suponía que él había pasado una mala racha al caer las ventas de los pisos, recordaba varias discusiones y luego estaba el tema aquel, aquel que habían pactado olvidar los dos y darle carpetazo. Estaba claro que Isabel no lo había hecho, Isabel no le había perdonado. Aquello que había pasado era una herida, un cuchillo, una cuchillada.
            Es más, Fernando tenía la absoluta certeza de que Isabel, su Isabel, se estaba vengando. Lo habían hablado muchas veces pero Isabel siempre se excusaba con su trabajo. Estoy trabajando y bajaré a los infiernos por mi trabajo si hace falta, le decía Isabel a Fernando. Fernando nunca entendió el sentido metafórico del infierno, sabía que las cosas habían cambiado. Que aunque saliéramos de esta horrible crisis que tiene a Europa en un naufragio permanente, algún día se vuelvan a vender pisos en nuestro país y él dejara de necesitar la ayuda de sus suegros para llegar a final de mes; las cosas nunca, nunca, volverían a ser como antes. Porque Isabel se había convertido en otra persona. Realmente, la Isabel de ahora le parecía a Fernando un monstruo. Qué vida, pensaba Fernando sin énfasis y en voz baja. Qué vida más perra. 
            Fernando callaba con un silencio rencoroso pero no le gustaban nada las artimañas virtuales de su mujer. Una vez acudieron los dos a un psicoanalista que le dijo a Fernando dos cosas: una, que la vida es un ejercicio triste; dos, que era un poco anticuado. 
            La verdad era que Fernando lloraba mucho por las noches cuando Isabel le decía eso de que las cosas, cariño, no son tan fáciles. Y en ese momento él se sentía solo un poco vacío.

NOEMÍ TRUJILLO (Barcelona, 1976)

Poeta, escritora y editora del sello Playa de Ákaba. Ha escrito poemarios, literatura infantil y juvenil, relatos cortos, cuentos y alguna novela. Ha ganado el V premio de literatura juvenil con la novela Suad, escrita junto a Lorenzo Silva.